Últimamente me he dado cuenta de que soy media “daredevil”, y saberlo me da como un poder medio “badass” que me motiva a hacer cosas un poquito fuera de lo usual. Tras que he enfrentado cosas absurdas en mi vida, y he tratado de ser sobresaliente en todos los aspectos (médicos, académicos, y el pariseo en el que vivo), me gusta hacer cosas que a los demás no se les ocurrirían. No le tengo miedo a el fracaso, ¡y tu tampoco deberías! Te cuento como lo hago.
Soy una persona sumamente idealista, y aunque sé que hay cosas malas en la vida (si alguien lo sabe soy yo), me gusta pensar que para todo hay una posibilidad, si verdaderamente lo intentamos. No siempre he sido esta chica “fearless” que todos se imaginan que soy. Me ha tomado mucho tiempo de dolor y de aprender a amarme para llegar a ser la persona que soy hoy. Pero he aprendido que todos los dolores son temporeros, y que nada en esta vida es permanente.
El miedo es la única cosa que no nos deja llegar a nuestras metas. Es la única cosa que nos aguanta y nos dice que no somos suficientemente fuertes, que no nos va a quedar bien, que no somos capaces de lograr lo que sea a lo que nos propongamos. Una vez te metes en la cabeza que van a haber momentos en que no vamos a recibir la respuesta que queremos, y que el mundo no se acaba con eso, te lo juro que se hace tanto mas fácil tomar estos “leaps of faith” que tanto odiamos.
Vamos a dar un rewind a la primera vez que confesaste que tenias un crush, a tu crush. Desde el momento que le dije a mi novio que él me gustaba, se me fue todo el miedo. Deje que pasara. Es el no tener control del “outcome” lo que nos asusta, no es la respuesta como tal. Darle el poder a alguien a decidir tu destino, tu noviazgo, tu primer trabajo, o hasta un permiso para ir a una fiesta lo que nos vuelve loco, si no fuera por eso, tomaríamos todas las decisiones a solas, y que fácil seria eso. Pero no se confundan. No estoy dando el famoso consejo de “mejor pedir perdón, que pedir permiso,” que muy mal que me salido. Se trata de saber que en esta vida no tenemos el poder de escribir el final todas las veces; pero saber igualmente, que el que no da el primer paso, no avanza.
Quizás no tengas la seguridad de la respuesta, pero tienes el poder de soltar el miedo y saber que el poder esta en nuestra actitud, y en la seguridad que tenemos en nosotros mismos. Haz la pregunta. Da el primer paso. Pide como que mereces. Total, ¿qué es lo peor que te pueden decir? ¿qué no?
